lunes, 17 de agosto de 2009

AYUNTAMIENTO DE SAN BARTOLOMÉ DE LANZAROTE

ESCUDO HERÁLDICO
En enero de 2001, el Ayuntamiento de San Bartolomé encargó al Departamento Cultural del Museo Etnográfico Tanit, la memoria descriptiva del Escudo Municipal, que venía uitilizando en su documentación, para iniciar los trámites de su legalización.
El escudo se venía utilizando desde la década de los 90 del pasado siglo, en tiempos del Alcalde Don Antonio Cabrera Barrera, quien dió los primeros pasos para la confección del Escudo Municipal, aprobado por la Corporación en base a la propuesta que le presentó el autor de este blogspot.
Con fecha 15 de marzo de 2001 se presentó, por el Departamento Cultural del Museo Tanit, la memoria solicitada, aprobada por unanimidad en el Pleno de 15 de Junio de 2001. El acuerdo aprobatorio se elevó a la Dirección General de Administración Territorial y Gobernación de la Comunidad Autónoma, acompañado del informe favorable de la memoria, emitido por la Comisión de Heráldica de Canarias.
Con los informes favorables, la Consejería de Presidencia e Innovación Tecnológica de la Comunidad Autónoma acuerda, con fecha 20 de Febrero de 2003, aprobar definitivamente el Escudo Heráldico de San Bartolomé de Lanzarote, cuya Orden fue publicada en el Boletín Oficial de Canarias, el jueves 6 de marzo de 2003.
El texto decriptivo de la memoria, elaborado por el Departamento Cultural del Museo Etnográfico Tanit, recogido en el expediente, es el siguiente:
MEMORIA DE LAS RAZONES HISTÓRICAS, CULTURALES Y SOCIALES QUE JUSTIFICAN LA PROPUESTA DE ESCUDO HERÁLDICO DE SAN BARTOLOMÉ DE LANZAROTE
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1.- Descripción del escudo heráldico que se propone:

Sobre campo de gules, escudo en forma de concha acordonada con celada y gola en la parte superior, con un par de plumas a cada lado. En el centro, cuatro fajas en sable. Bajo el mismo cuatro médanos en oro.
Bordadura blanca con cuatro hojas de vid en esquinas y leyenda “Ajei” en la parte inferior.
Al timbre, Corona Real cerrada. De cimera: Ayuntamiento de San Bartolomé y de bajera: Lanzarote.
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2.- Razones históricas, culturales y sociales que justifican la anterior propuesta:

ESCUDO CENTRAL

El espacio central lo conforma el escudo que se encuentra en la Casa del “Mayor Guerra”, personaje principal del pueblo de San Bartolomé, quien por sus actuaciones, desarrolló gran parte de su historia.
El apellido Guerra, según la Heráldica de los apellidos canarios, procede de Don Juan Guerra de la Vega, que tuvo su casa solariega en las montañas de Burgos.
Uno de sus descendientes, Don Lope Fernández de la Reguera y Guerra, fue famoso conquistador de Gran Canaria y su segundo hijo, Don Bartolomé Joannes Guerra se arraigó en la Ciudad de Guía.
Los archivos de esta Ciudad, así como los de Teguise y San Bartolomé de Lanzarote, permiten seguir el estudio del apellido y completar la rama genealógica del mismo.
Don Cayetano Lorenzo Guerra Duarte, nacido en Guía el 10 de Febrero 1689, se trasladó a Lanzarote para posesionarse de su destino militar. Se avecindó en San Bartolomé, donde contrajo matrimonio el 5 de Octubre de 1724 con la vecina de este pueblo Doña María de los Reyes Clavijo y Figueroa.
De este matrimonio nace, el 14 de Marzo de 1733, Don Francisco Tomás Guerra Clavijo y Perdomo, que se inclinó por la vida castrense, siendo conocido con el sobrenombre de “Mayor Guerra”.
En 1757, contrajo matrimonio con Doña María Andrea Perdomo Gutiérrez, estableciendo su domicilio en una pequeña casa a los pies de la montaña El Cascajo de San Bartolomé.
El primitivo hogar fue sustituido, en 1765, por una nueva edificación, más sólida, en la ladera de los Morros del Cascajo, en un lugar despejado desde el que se domina un amplio paisaje, sobre todo el pujante Puerto del Arrecife.
Sobre su entrada, como homenaje dieciochesco, manda colocar un blasón tallado en mármol blanco, dedicado a su esposa, por lo que el escudo corresponde al apellido Perdomo, siendo sus detalles: escudo en forma de concha acordonada con celada y gola en la parte superior, con un par de plumas a cada lado; en el centro, cuatro fajas en sable.
En 1790, el “Mayor Guerra”, ascendió a Teniente Coronel y le nombran Jefe del Regimiento Provincial de Lanzarote. En 1793, es designado Gobernador Militar de las Armas, cargo que desempeñó hasta su muerte, acaecida el 3 de Febrero de 1808.
Durante su época de Gobernador Militar, intervino en el nombramiento de Alcaldes y Regidores de la isla y ejerció la Administración de Justicia con jurisdicción en toda Lanzarote. Fue tanta su influencia y poderío que llegó a establecer el “Fuero de Guerra”, con el que se permitió cobrar algunos impuestos.
El mayor de sus hijos, Don Cayetano, fue el primer Párroco de la Iglesia de San Bartolomé, cuya construcción y erección en Parroquia fue promovida por el “Mayor Guerra”, quien además de diversas ayudas que prestó, costeó a sus expensas la Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, en la que se encuentra sepultado junto con su esposa.
Le sucedió en el cargo de Gobernador Militar, otro de sus hijos, Don Lorenzo Bartolomé, que ostentaba el cargo de Capitán a la muerte de su padre y fue el protagonista de la llamada “Guerra Chica”.
El Ayuntamiento, con la aquiescencia de los propietarios, da, el 29 de Abril de 1982, los primeros pasos para la declaración de Monumento Histórico - Artístico a la casa del “Mayor Guerra”.
En sesión plenaria, celebrada el 30 de Enero de 1986, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Lanzarote, aceptó la donación de la casona, con la condición de restaurarla y dedicarla a fines culturales.
La Consejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, estimando que la casa del “Mayor Guerra” tiene condiciones y signo de identidad histórica para su consideración como Monumento Histórico - Artístico la declara como tal el 22 de Abril de 1986, siendo el único monumento de estas características en el término municipal y el escudo que figura en él, el único que blasona un edificio en la localidad.

LOS MÉDANOS

El primitivo pueblo de San Bartolomé, asentado a los pies del volcán Emine o montaña Mina, estuvo siempre bajo los avatares de los “jables” o arenas volanderas que partiendo de la playa de Famara, recorren el centro de la isla hasta llegar a playa Honda, en el término municipal de San Bartolomé, donde formaron médanos o grandes montones de arena.
El Obispo de Canarias Don Cristóbal de la Cámara y Murga, cuando visitó la isla de Lanzarote, en su Sinodal de 30 de Abril de 1629, escribió:
“ En aquella isla hay muchísimos montones de arena, que van corriendo entre dos mares, insensiblemente se ven caminar, de manera que como las aguas son, que salen del mar y vuelven a entrar en él, y es tan grande la altura de la arena que pudieran hundir hasta seis hombres. Corre a menos de una legua de la Villa, pasando por Mazaga y el lugar de San Bartolomé.... “
Un siglo más tarde, el Obispo Don Pedro Dávila y Cárdenas, en su Sinodal de 1734, recoge, refiriéndose a San Bartolomé, que: “ es un pueblo soterrado por la arena, el jable y los cascajos”, cuyos habitantes van cambiando de emplazamiento.
También, el Párroco e hijo de San Bartolomé, Don Baltasar Perdomo, hizo un croquis que, junto a su manuscrito sobre las erupciones volcánicas de 1824, se conserva en la Sociedad Española de Historia Natural.
En él escribió: “Las arenas del jable se iban extendiendo a uno y otro lado de los parajes colindantes, ocasionando que el pueblo de San Bartolomé tuvo que cambiar de emplazamiento, pues muchas de sus casas ya estaban tocadas por las arenas y quedaron arruinadas “.

LEYENDA AJEI

Cuando Don Juan de Bethencourt, conquistador de la isla, llegó a Lanzarote, se encontró con dos asentamientos poblacionales de cierta significación: Acatife y “Ajei”, encontrándose ubicado este último en lo que hoy constituye el pueblo de San Bartolomé.
“Ajei”, que en el lenguaje de los mahos significaba “Pequeña Aldea”, se encontraba en la ladera oeste de la montaña Emine.
Este nombre figura en la relación de bienes que hace Maciot de Bethencourt, descendiente y heredero de Juan de Bethencourt, cuando vende la isla al Conde de Niebla.
Según la tradición, cerca del lugar de “Ajei”, en los alrededores de la Peña de la Soledad, se construyó una pequeña ermita de piedra y barro, dedicada al Apóstol San Bartolomé y que, posiblemente, por ser entronizada un 24 de Agosto, tomó su nombre el pueblo que la veneraba. Es a partir de ese momento, cuando el nombre de “Ajei” desaparece y es sustituido definitivamente por el de San Bartolomé.

HOJAS DE VID

Las erupciones volcánicas de Timanfaya, de 1730 a 1736, lanzaron gran cantidad de lapilli que cubrieron buena parte de la isla de Lanzarote.
En el término de San Bartolomé alcanzaron las zonas de: La Florida, Islote, La Caldera, Chimidas, las Cuevas, Montaña Blanca, el Cabezo, el Grifo y Juan Bello. Nuestros antepasados, mediante el sistema de hoyos cónicos, plantaron viñas de las que obtienen ricos vinos malvasías, encontrándose en nuestro municipio las principales bodegas de la isla.

José Ferrer Perdomo .- Departamento Cultural del “ Museo Tanit “